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Los Ocres

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16 enero 2010
El Pont
09 enero 2010
Espacios vacios
01 enero 2010
El cuaderno Gris

Gerona me evoca a Florencia, allí por donde la cruza el Arno, más que a Venecia (como dicen). En cualquier caso en Gerona sólo se ve Gerona, toda esplendor mediterráneo. Hoy mismo hablábamos de ella, digna del reconocimiento de Patrimonio Mundial, que tal vez ni siquiera necesite. Gerona es consciente de su belleza, aunque sólo se lo digan entre susurros o quede en pensamiento inconfesable.
“A primera hora de la mañana, cuando voy a la universidad, encuentro, a veces, señoritas con mantilla, devocionario, rosario y un círculo morado en los ojos –una de ellas con los ojos negros y los cabellos grises-. Estas apariciones me hacen pensar en Girona, hacen surgir ante mis ojos la vida matinal y beata de aquella ciudad. En virtud de un mecanismo desconocido por mí, uno, en mi espíritu, lo que hubiera deseado hacer y no me he atrevido a hacer –o sea, la clandestinidad- con Girona. Las piedras viejas fueron siempre para mí, un poco afrodisíacas. Pienso en las tazas de chocolate con bizcochos que toman las señoras al regresar de misa y en muchas otras cosas –en el posible deseo permanentemente insatisfecho de estas señoritas devotas, de aspecto dulce y tonto, pero quizás eficaz”.
Josep Pla:EL cuaderno Gris