31 enero 2010

Surrealimo Urbano

Por el momento estoy en un estado de inocuo desuso
Groucho Marx

28 enero 2010

Colores

25 enero 2010

Los Ocres

Los Ocres de Rousillon (Provenza)
Hay una leyenda que dice que bella Sermonde, esposa de Raymond de Aviñón, Señor de Roussillon, harta de las ausencias de su marido, se enamoró perdidamente de un joven trovador, Guillermo de Cabestang. Loco de celos, su marido preparó una cruel venganza: asesinó al trovador y su corazón le fue servido a su mujer como comida para servirle de lección. Cuando ella supo le que le habían hecho, se suicidó desde lo alto del acantilado de Roussillon, y su sangre tiñe desde entonces estas tierras. La realidad es diferente que la leyenda,la presencia de esta materia se debe a la sucesion de periodos sedimentarios y d eoxidacion durante el periodo Creatico.El descubrimiento de las propiedades de los ocres creo una verdadera industria en la region.

23 enero 2010

Sonambulismo

La felicidad para mi consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia. ( Françoise Sagan )

16 enero 2010

El Pont

Pont de les Pescateries Velles
Este puente fue construido en el año 1877 por la casa de G.Eiffel
de Paris y su construcion costo a la ciudad 22.500 pesetas

09 enero 2010

Espacios vacios

Hay espacios vacios que no son de nadie y son de todos a la vez
Espacios de soledades, incertidumbre misterio quien sabe,quizas solo son eso espacios para los niños

03 enero 2010

01 enero 2010

El cuaderno Gris

Gerona me evoca a Florencia, allí por donde la cruza el Arno, más que a Venecia (como dicen). En cualquier caso en Gerona sólo se ve Gerona, toda esplendor mediterráneo. Hoy mismo hablábamos de ella, digna del reconocimiento de Patrimonio Mundial, que tal vez ni siquiera necesite. Gerona es consciente de su belleza, aunque sólo se lo digan entre susurros o quede en pensamiento inconfesable.

“A primera hora de la mañana, cuando voy a la universidad, encuentro, a veces, señoritas con mantilla, devocionario, rosario y un círculo morado en los ojos –una de ellas con los ojos negros y los cabellos grises-. Estas apariciones me hacen pensar en Girona, hacen surgir ante mis ojos la vida matinal y beata de aquella ciudad. En virtud de un mecanismo desconocido por mí, uno, en mi espíritu, lo que hubiera deseado hacer y no me he atrevido a hacer –o sea, la clandestinidad- con Girona. Las piedras viejas fueron siempre para mí, un poco afrodisíacas. Pienso en las tazas de chocolate con bizcochos que toman las señoras al regresar de misa y en muchas otras cosas –en el posible deseo permanentemente insatisfecho de estas señoritas devotas, de aspecto dulce y tonto, pero quizás eficaz”.

Josep Pla:EL cuaderno Gris